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HOLA! :3

Si estás aquí porque viniste del link de mi antiguo blog, bien hecho! Si no es así y eres un fan sonAmy y baga por el ordenador en busca de historias, te recomiendo este blog! Y el antiguo, claro, para que sepas de que va todo esto...
Link de mi antiguo blog:
https://historiassonamykawaii.blogspot.com
Bueno, yo soy Amy Rose! :3
Sonic: Yo soy Sonic The Hedgehog!
Ambos: Y.... besitooooos!!!

miércoles, 17 de agosto de 2016

Historia SonAmy Capítulo 1

Hola a todos. Mi nombre es Sonic The Hedgehog, tengo 17 años y estudio en la secundaria Esmerald. Mi compañera de mesa es una ardilla bastante amigable llamada Sally. Y en la mesa de detrás de mí, está una eriza rosa llamada Amy Rose. Ella se sienta sola. A veces me doy la vuelta para ver esos bellos ojos jade mirándome tiernamente. Tengo que admitir, que esa chica me gusta. Amy ama dibujar y también ama la música.

Hace unos días, unos amigos y yo entramos a clases por la noche. Ya que Amy no había vuelto, y lo más probable es que estuviera todavía allí. Miramos por la ventana de la puerta pero no se alcanzó a ver nada. Aunque todos escuchábamos sollozos. Abrimos la puerta lentamente y pude ver que, al final de la clase, estaba Amy. Me acerqué, como siempre. Le pregunté qué le pasaba, pero me dio la misma excusa de siempre: "me caí por las escaleras y pensé que sería más rápido llegar aquí que a la enfermería". Esa escusa la había estado escuchando desde que la conocí. Yo quería saber que era lo que le pasaba, pero ella me evadía siempre que le preguntaba. 

Yo estaba harto de que no me lo dijera, por eso les dije a mis amigos que salieran fuera. Cedieron y me acerqué de nuevo a Amy. Con el tono más tierno que pude, le pregunté de nuevo "qué ha pasado?" mientras le acariciaba la mejilla. Ella primero no me quiso mirar. Pero poco a poco, sus ojos se comenzaron a hacer cristalinos y me miró. Me abrazó con fuerza y me susurró: "te lo contaré si me llevas a tu casa". Yo no entendía muy bien para qué, pero la cargué en brazos y me fui a mi casa. La acomodé en el sofá y me senté a su lado. Ella bajó la cabeza y susurró lentamente: "yo... no puedo... no puedo irme a mi casa..." Yo, anonadado, le pregunté por qué. La respuesta me dejó... me dejó ******...

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